Preñada la tierra por una flor esquiva
            Alumbró a su tiempo tulipanes
            Que al atardecer se cierran, expectantes
            De que la noche ofenda su virtud herida.

            Extienden sus hojas al sol, más bien rojizas,
            Que esparcidas en grandes heredades
            Forman series de cuadros magistrales
            Con sus bellos colores y armonías

            He visto de Castilla los trigales
            Inclinarse ante el soplo de los dioses
            Marea noble, sin grandes maquillajes

            Pero cuando la brisa acaricia tulipanes
            Al son sublime de luz y de colores
            Vibran las hojas, con bailes ancestrales.

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