Entre brumas caminaba, con vacilantes pasos
La mente alejada del habitual bullicio
Negros pensamientos, en el cuotidiano inicio
Del ritual complejo, que ponía en sus casos
Imaginaba grandezas de ser admirado
De anormales amores, sin ser redimidos
Caprichos de niño, sin ser requeridos.
Tirano de gestos, jamás enfrentados.
Volaba su mente en inciertos caminos
De mundos que nunca serán alcanzados
Entre lodos y cienos, también consentidos
Y retorciendo su instinto en extraños destinos
Imaginaba monstruos de potros alados
Corriendo en la noche de eterno infinito