Si, de nuevo, juventud tuviera 
me iría a  recorrer el mundo.
Hasta llegar al lado más oculto
Y misterioso, centro de la tierra,
Donde todo es desazón y  queja
Por la dura imposición del yugo
Llegaría a donde el hambre aqueja
Aquel en que  sátrapas injustos
Lideran la manada, como ovejas,
De hombres, que siempre los manejan,
Publicando mentiras, falsedad y bulos
Lanzaría la protesta con el puño
De mi mente y mi palabra fiera
Para que todos ellos  entendieran
que no pueden valerse de sus lujos
para vejar a los pobres de la tierra
Eternos  lupanares de  miseria
Indefensos, enfermos, moribundos,
Desamparados y lerdos trotamundos
Recorriendo la tragedia de la espera
Con dolor, sin dinero y sin orgullo.
Huyendo por los cerros más oscuros
De la maldad, por determinación egregia,
Sin la menor idea de estrategia
Volando por las nubes del absurdo
Y envueltos entre haces de maleza
Olvidados aquellos, que en el carro enejan,
Teóricos beneficiados de los cultos
Bendecidos por dioses, siempre  injustos,
Y buenaventuras que anuncian la promesa
De que ellos llegarán a poseer la tierra…
Pero es mentira. Sólo tienen la miseria.

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