Se ha marchado la mañana
En la triste soledad de los recuerdos
Como espuma de las aguas turbulentas
Que buscan su refugio en las arenas.

Se ha marchado la mañana
Inquieta por la duda.
¿Llegarías al fin entre las cartas
O habría que esperar a las estrellas?
Y decirles que marcharan
Que dejaran que la vida amaneciera
Que el sol quizás trajera entre sus luces
La sonrisa de la entrega
Y el calor que  liberara de sus cruces
El deseo del que espera.

Se ha marchado la mañana.
Pensativa
Sin quimeras
Silenciosa, porque sabe que no vuelve
Silenciosa con mi alma,
Con mis penas



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