Mi voz, dejará un día de propagarse por el mundo
Callará. No dejará más estela que simples recuerdos
Los hijos de mis nietos, ni siquiera emitirán lamentos
Por el viejo tronco, presuntuoso, que se creyó futuro.
Mi voz, que ha emitido, sin quererlo, sentimientos duros.
Que habló siempre de amores, sintiéndolos por dentro,
No supo pensar, que el final del camino es un momento
Y que al no ser, tañerá, como un sonido mudo
Mi voz, que pensé eterna, sin edad, ni subterfugios,
Caminará ronca hacia duros aguavientos
En ese espacio infinito de dioses iracundos
Mi voz, que nunca ejerció con grandes aspavientos
Alborotadora surgió del yo meditabundo
Y, seca, enmudecerá en la noche de los tiempos