Caminaba en un mundo sin estrellas
Las nubes se balanceaban con el viento
Atrayendo a la esperanza, hasta el momento,
En que el mundo se librara de las guerras
Descansaban los mares de sus útiles mareas
Nacidas de una luna que las pone en movimiento
Cautivando con dureza, y tristeza, a un universo
Que nunca tiene paz, solo promesas.
Expectativas en un cosmos misterioso
Sometido a suaves cantos de sirena,
Tantas veces triste, siempre hermoso
Nadie sabe el infinito quien lo crea
Quién promueve que no sea maravilloso
Quién impide a la bondad que sea eterna