
LA NOCHE EN ALARO
Cubre el silencio el negror de la noche
Cuando las mentes reposan tranquilas
Esperando que en algún nuevo día
El mundo amanezca sin grandes reproches
Las estrellas le guiñan a un sol que ilumina
El otro universo que vive emociones
Ajenas al fin que sugieren los dioses
Que amparan el alma que siempre medita
La noche es el pozo de malignos goces
Con brujas que vuelan, susurran e invitan
Al placer del cuerpo que siempre corrompe
Es en las tinieblas, oscuras y ocres,
Cuando surgen mundos de gran fantasía
Que la paz interna jamás los absorbe