Recorre la vida, con su fiel guadaña
Como falsa amiga, como infiel amante,
Lleno de dolor el incierto instante
Al aire los huesos, calavera extraña
Se oyen, al momento, repicar campanas
Que doblan a muerto, miserere cante,
Los deudos se reúnen, rezan al instante
Plegarias de curas, con largas sotanas
Vestida de negro, la frente agachada,
Cruzando los campos como cruel jinete
En la seca tierra, mató la esperanza.
Y con ella al alma, que al seguir presente,
Voló hacia el espacio al romper el alba.
Buscando al Eterno, en continuas preces.