Publicado el 22 de Marzo de 2017


 Alaró está en los papeles
¡Y hasta en la televisión!
Pero no por las montañas
Ni por cuestiones de amor.
No podemos competir
Con aquellos de Aragón
Que tuvieron sus amantes
Y además la tradición
Pero hay necesidad
De que el turismo en cuestión
Se promueva hasta el invierno
Sabemos que  lo mejor,
-Hasta Franco lo sabía-
es que usemos el balón.
Y siendo tan ingeniosos
En el pueblo de Alaró
Decidieron los que saben
Que para esa cuestión
Había que ser valientes
Y usar la imaginación
Es decir tener cabeza
Y surgió aquí la cuestión
Que se armaron un buen lio
Entre cabeza y balón
Y como solo había uno
y regateaban dos
usaron propias  cabezas
como segundo balón
¡Ah! la batalla de Troya
La enorme revolución
De los franceses, y Flandes,
Y aquellos de Mayo, el dos, 
De Goya, los fusilamientos,
Y la invasión de Japón
Todo pasará a la historia
Como un pequeño chichón
Comparado con la guerra
En el campo de Alaró.
    
Allí corrió todo el mundo
Hasta la sangre corrió
Los hombres como castillos
Lucharon por lo mejor
Las mujeres aterradas
Rezaban con devoción
¡Vergüenza recriminaban!
Las que les quedaba voz
Y no era para menos
Era un agravio mayor
Pues niños de doce años
disputaron el balón
pero uno  cayó al suelo
y allí nadie  perdonó
que siendo de los contrarios
el otro lo levantó.
Ante tamaña vergüenza
Una bestia, como padre,
El guante al campo lanzó
Y el del equipo contrario
Yo no sé lo que pensó
Y allí rodaron cabeza
Allí se armó la de dios.
MORALEJA
Rojos, rojos, colorados
se han puesto los de Alaró
pues pasarán a la historia
porque aquí se celebró
entre unos cabezas huecas
La batalla del balón.

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