Iba la noche hacia mí,
Con cara de macarena,
Fino rostro de organdí,
Ojos de sierra morena,
Empujándome hacia el fin,
Y parecía sincera.
Iba la noche hacia ti,
con sus cadencias de espera,
Entre el sol que va a salir
Y aquella luna pequeña
Que te hará soñar un día,
Que tal vez si me quisieras.
Iba la noche sin alba,
Sabiendo que será eterna,
Pues hundía en su negrura,
Y empujaba en su ceguera,
Un canto de amor y muerte,
Camino de las estrellas.